“Para que?”
Es una pregunta que lo pone todo en juego, es una pregunta que si nos la hiciéramos todos los días en la primera hora de la mañana (para que haré lo que haré hoy?), seguramente nos ahorraríamos muchos problemas. Así es que luego de conversar con muchas madres y padres de hijos con Tourette (muchos de ellos sufren también el Síndrome), creo que todos podrían responder muchas de sus dudas con un “para que”.
En esos días de aguas agitadas, donde todo sea angustia e incertidumbre, donde parece que todo el esfuerzo es en vano, es quizás el mejor momento de preguntarse: ¿Para qué hago todo lo que estoy haciendo?
Muchas veces la novedad de la aparición del Síndrome (o algún nuevo tic) y sus repercusiones personales en los hijos y su entorno, logran que con el tiempo todo el foco se vaya perdiendo, y de a poco dejemos de ver el bosque para pasar a mirar solo el árbol.
Este nuevo ruido, este nuevo movimiento o esta nueva situación que aparece, se vuelve el peor de los enemigos a quien hay que aniquilar de alguna manera. Y nuestro éxito o fracaso, comienza a depender de que logremos o no dominarlo.
Pero a muchos padres les compartiría un secreto: con el tiempo, en lo que menos pensamos, es en ese maldito tic!… Lo que más nos molesta, lo que más nos repercute, es lo que estos tics no nos dejan lograr, personal o socialmente.
Ser socialmente aceptados, poder estudiar tranquilos, caerle bien a una chica que nos gusta, estos y miles de otras cosas están mucho más en foco que dejar de moverse o gemir a tal punto de que deja de estar en nuestras mentes pensar que dejar de que esto ocurra nos va a dar el éxito en nuestros objetivos!
Por esto mismo, a la hora de evaluar el éxito o no del tratamiento, es mejor chequear cuales son los objetivos reales. Lo mismo a la hora de evaluar la función de padre dentro del mismo. Porque todo plan, en este caso de tratamiento, tiene objetivos. Pero lo importante es recordar para QUIEN son los objetivos. Es importante por eso evaluar: ¿son nuestros objetivos o los del niño? ¿Es tan importante para él dejar de moverse como lo es para mí? ¿O que es lo que el niño o adolescente REALMENTE quiere lograr?
El síndrome siempre estará ahí (por unos años más al menos por lo que promete la ciencia), y eso es algo que con el tiempo todos hemos aceptado: a tal punto no contamos con que desaparezca.
Por todo esto, es bueno detenerse y reflexionar: ¿PARA QUE realizamos el tratamiento del Tourette? ¿Cuáles son los objetivos? Les puedo asegurar que si comparten con sus hijos cuales serían los objetivos de éxito, se sorprenderían lo fácilmente exitoso que puede ser el tratamiento, y lo lejos que está de ser los fármacos el principal componente.
Recuerden, ellos son los protagonistas de su propia historia. Ser buen padre no dependerá jamás de que un tic desaparezca, se trata de mucho más, algo que todos los padres saben sin tener hijos con Tourette, y es que ellos sean felices y logren lo que desean.
Fonte: blog Mis Tics
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